El euskera, vasco o vascuencenota 7 (en euskera batúa, euskara)nota 8 es la única lengua paleoeuropea que ha sobrevivido a las migraciones indoeuropeas. Es una lengua aislada, es decir, no tiene un parentesco comprobable con otra lengua conocida171819 y su origen es desconocido.2021 Morfológicamente, es una lengua ergativa y aglutinante, a diferencia de las lenguas romances que la rodean.
En España, el euskera es oficial junto al castellano en el País Vasco y en la zona vascófona de Navarra, mientras que en Francia se habla en una parte del departamento de Pirineos Atlánticos sin estatus oficial. En 2016 el 28,4 % de los habitantes de Euskal Herrianota 9 eran vascófonos, unas 750 000 personas (de las cuales, el 93% en España −Hegoalde− y el 7% en Francia −Iparralde− aproximadamente).9nota 10 Aproximadamente otras 400 000 personas, el 16,4 %, son vascohablantes pasivos (entienden el euskera pero tienen dificultades para hablarlo). Existen también comunidades vascófonas en la diáspora vasca, principalmente en América. Desde las últimas décadas del siglo XX el conocimiento del euskera ha aumentado,23 aunque su uso en la calle descendió ligeramente entre 2007 y 2017, situándose en un 12,6 %.
Tradicionalmente, la lengua vasca se habla en cinco grandes dialectos que presentan, a su vez, varios subdialectos. Estos dialectos presentan particularidades en léxico, gramática y fonética. Desde el siglo XX, la formulación del euskera batúa, la alfabetización de la población vasca y el aumento de vascohablantes ha favorecido una cierta asimilación. Pese a ello, la mayoría de variedades del euskera siguen existiendo, especialmente en la mitad norte de la región.25 Se calcula que aproximadamente el 40 por ciento de su léxico es de origen romance.2620 El resto del vocabulario es en su gran mayoría de origen protovasco, a menudo formado mediante la derivación y la composición. El euskera ha influido en algunos aspectos de la formación de las lenguas de la península ibérica.
Los vascohablantes no están distribuidos uniformemente sino que se concentran en una zona geográfica continua. En esta zona, el euskera es la lengua autóctona y la lengua materna de gran parte de la población; en algunos núcleos el uso del euskera en la calle supera el 90 %; por ejemplo, Lea Artibai (Vizcaya), el Goyerri (Guipúzcoa), las Cinco Villas (Navarra) o Sola (Francia) son zonas donde el uso del euskera es alto o muy alto. El porcentaje de personas que entienden el euskera es de más del 40 % en Vizcaya y Guipúzcoa, en toda Álava excepto en algunas zonas del sur y oeste, en la zona septentrional de Navarra, y en Baja Navarra, Sola y el sur de Labort; de aproximadamente el 40 % en el sur y oeste de Álava, el enclave de Treviño y el Valle de Villaverde; y menor al 20 % en el centro y sur de Navarra y norte de Labort.
España reconoce el euskera como un bien cultural que es objeto de especial respeto y protección.32 Ello, unido a la política lingüística del Gobierno Vasco, ha dado lugar a un gran aumento del número de hablantes del euskera,23 revirtiendo la tendencia histórica del retroceso. Actualmente, el euskera es lengua oficial y propia en el País Vasco y en la zona vascófona de Navarra. En Francia, la Constitución francesa establece que la única lengua oficial es el francés, aunque los distintos municipios que integran el País Vasco francés han tomado medidas en el ámbito de su competencia para conservar la lengua.
El euskera es la única lengua no indoeuropea de la península ibérica. El hecho de que durante la Alta Edad Media fuera hablada, además de en los territorios actuales vascohablantes, en áreas de la Rioja Alta, la Riojilla Burgalesa y la Bureba pudo hacer que tuviera influencia en la conformación del castellano y singularmente en su sistema fonológico de 5 vocales (véase sustrato vasco en lenguas romances). Tras un periodo de prolongado declive desde la Baja Edad Media, acentuado en los siglos XVIII y XIX, que hizo que dejara de ser hablado paulatinamente en áreas de Burgos, La Rioja, Navarra y Álava, desde finales de la década de 1950 y principios de la de 1960 fueron puestas en práctica diversas iniciativas para evitar su desaparición, entre ellas la adopción de un estándar lingüístico superador de la fragmentación dialectal. Con la llegada de la democracia a España, la Constitución de 1978 facultó a las comunidades autónomas a declarar también oficiales en su territorio lenguas distintas al castellano, lo que sería materializado para el País Vasco por el Estatuto de Guernica, que recoge la cooficialidad del euskera y en donde ha logrado volver a ganar espacios de uso en la vida pública. Asimismo, en el artículo 9.2 de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra de 10 de agosto de 1982, se estableció también la oficialidad del euskera en la zona vascohablante de Navarra. La posterior Ley Foral del Vascuence de 1986 reconoció al castellano y al euskera el carácter de lenguas propias de Navarra, delimitando en el marco del concepto legal del predominio lingüístico la 'Zona Vascófona' en la que el euskera es lengua cooficial. En el País Vasco francés, al igual que el resto de lenguas regionales francesas, el euskera no goza de la condición de lengua oficial y es el único de los ámbitos territoriales de la lengua en el que el conocimiento y uso del euskera entre la población disminuye hoy en día.
El euskera (o su inmediato antecesor, el euskera arcaico) fue el idioma predominante[cita requerida] de una amplia zona a ambos lados de los Pirineos, que abarca desde el río Garona y Burdeos al norte; la sierra de la Demanda y el Moncayo al sur (incluyendo toda La Rioja y el norte de la provincia de Soria); zonas de la provincia de Burgos al oeste; y Andorra al este.33 Existen evidencias toponímicas y epigráficas sobre su presencia en todo este ámbito. Por ejemplo, en la zona norte de la provincia de Soria, existen decenas de topónimos vascos como Urbión, Larralde, el Acebal de Garagüeta de Arévalo de la Sierra, Garray o Narros. Según estudios epigráficos recientes, la presencia del euskera en Soria es anterior a que se impusiese una lengua céltica y después latina.34 Las evidencias toponímicas y epigráficas de la presencia del euskera en la zona norte de Soria, han sido respaldadas con un estudio genético elaborado en 2017 por los departamentos de Genética Humana y de Estadística de la Universidad de Oxford (Reino Unido), la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica de Santiago de Compostela y el Grupo de Medicina Genómica de la Universidad compostelana, que ha determinado que los sorianos de la zona norte de la provincia, en la que se incluyen las comarcas de las Tierras Altas, Almarza y Pinares, tienen cierta coincidencia en su genoma con las características genéticas de la población vasca y navarra, aunque sus similitudes son más importantes con las zonas del centro y del noreste de la península.
Bibliografía:
Textos e imágenes recogidas de Wikipedia.